1. Acondicionamiento de palanquilla: este proceso está destinado a verificar la calidad de la superficie de la palanquilla y eliminar cualquier defecto. El granallado se utiliza para eliminar las incrustaciones de la superficie. La prueba de partículas magnéticas y la inspección visual también se utilizan para identificar cualquier defecto que deba eliminarse con una amoladora. Las pruebas ultrasónicas y la verificación de dimensiones y geometría también se aplican como parte del proceso interno de garantía de calidad.
2. Recalentamiento: La temperatura dentro del horno y la duración del recalentamiento dependen de dónde se utilizará el producto. Para evitar la descarburación, que puede afectar la calidad de la superficie del producto, una palanquilla se precalienta suficientemente a una temperatura baja antes de ser laminada dentro del horno de recalentamiento. Para ello, se controla estrictamente la proporción de combustible y aire.
3. Laminado: La temperatura, el tiro y la velocidad de deformación con la que se lamina el producto se controlan para cumplir con los requisitos del cliente en cuanto a las características del material. Otras medidas para garantizar la calidad de la superficie incluyen el ajuste de la rugosidad y la separación de los rodillos, la detección de posibles grietas y la corrección dimensional.
4. Enfriamiento: La temperatura de bobinado en el cabezal de colocación, el flujo de aire y la velocidad de movimiento del soplador en la cama de enfriamiento y la velocidad de enfriamiento de la cubierta aislante se controlan para garantizar que el producto tenga las características requeridas para cada aplicación. Los alambrones de acero con alto contenido de carbono están sujetos a un enfriamiento rápido para lograr la microestructura requerida para un trefilado exitoso, mientras que el acero con bajo contenido de carbono está sujeto a un enfriamiento lento para garantizar que el producto proporcione la suavidad requerida para que el cliente elimine un proceso de recocido.
5. Inspección: Se toman muestras de los bordes frontal y posterior del producto después de enrollarlo y enfriarlo para realizar pruebas e identificar cualquier defecto en la dimensión, la superficie o la integridad del material. El embalaje y el etiquetado también se inspeccionan según los requisitos del cliente antes del envío.
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